miércoles, 29 de abril de 2009

Arroz "Medio" Frito

O medio asado, según como lo veas. El arroz siempre me ha gustado. No solo es un alimento fácil de hacer y que puedes conseguir que sepa a lo que quieras; también es fácil de comer, fácil de guardar y tiene varias cosas como las siguientes:

  • No tiene glúten, así que no te preocupas por esto.
  • Tiene más proteínas que otros cereales (aunque, siendo cereal, de todos modos es muy poca)
  • Es rico en potasio, así que te ayuda en la hipertensión.

Podría poner todo el rollo nutrimental pero no es el punto. Por cierto, es también rico en hidratos de carbono, así que ten cuidado. En fin, una forma rica y baja en grasa de hacerlo es como el arroz frito, pero sin freir.

Vas a necesitar:
  • Pimiento verde
  • Puedes incluir chile jalapeño, para darle más sabor
  • Cebollín, Cebolla de Rabo o Cebolla Cambray, como la conozcas.
  • Carne de pollo, res o puerco (según la que puedas consumir)
  • Un par de huevos.
  • Una taza de arroz.
  • Salsa de Soya o similar.
  • Sal y pimienta al gusto
Primero prepara el arroz, lavándolo y poniéndolo a coser con dos tazas de agua y una cucharadita y media de sal. Esta medida es a ojo de buen cubero; para cocer arroz, solo agregas el doble de agua.

Mientras se cose el arroz, prepara una tortilla de huevo y hazla rollo, para cortarla en pequeñas tiras.

Lo mejor es que utilices un sartén con cubierta para que no tengas que ponerle aceite. No dejes que se ponga muy duro, ya que hay que hacerlo rollito.

Pica el pimiento verde, el rabo de la cebolla (no la cebolla) y la carne. Estos los puedes poner a freír con un poco de aceite o en agua si de plano no quieres meter nada de grasa. Un poco de aceite no afecta mucho y sane más rico, pero allá tú.

En cuanto la carne esté lista y el pimiento suave, agrega el arroz en un Wok o sartén grande. Agrega un par de cucharadas de salsa de soya mientras bates para que se incorpore todo.

Este arroz es muy fácil de hacer, bajo en grasas y con un sabor muy leve, por lo que puedes agregarle cualquier otra cosa para acompañar sin que “opaque” el sabor. Este arroz lo puedes guardar en una bolsa de cierre hermético y te dura tranquilamente una semana, si lo refrigeras bien.

Para aumentar las raciones, solo aumenta la cantidad de arroz proporcionalmente. Nuevamente, para que el arroz se haga bien, solo es necesario agregar el doble de agua.

Los demás ingredientes los puedes aumentar a tu gusto. No les puse cantidad porque cada quién tiene sus gustos, solo recuerda que la cantidad de ingredientes se reducirá casi a la mitad una vez que los estés cocinando, así que calcúlale bien. No te preocupes, después de un par de arroces, ya no tendrás problemas.

martes, 28 de abril de 2009

Que No Te Arrastre La Tradición

El tener diabetes no solo trae los problemas que seguramente ya conoces. Además de los problemas con el azúcar, los ojos, los pies, las idas al baño y demás cosas, hay una que puede ser la principal causa de la diabetes tipo II, al menos en esta generación y es la comida que consumimos.

En EU hay un problema similar por la gran cantidad de comida rápida y chatarra que el ciudadano promedio consume, pero aquí vamos por las mismas. No somos tan fanáticos de la comida chatarra, pero también tenemos una gran predilección por las cosas grasosas o muy dulces. Y bueno, ¿Quién no?

En una sociedad donde la fritanga y los antojitos nos hacen famosos, es difícil entrar en la onda sana. Es algo que está en nuestra cultura y quien sabe, igual y también en nuestros genes. Y es que es difícil ver una ensalada como un sustituto para unos taquitos de bistec con una buena salsa.

Tener diabetes te obliga a dejar este tipo de cosas, pero si ahora todavía estás en la cuerda floja, renegar de tu herencia cultural puede dejarte en total control. Siempre y cuando, tengas control sobre ti.

Porque es difícil. Preferimos unas carnitas de puerco a una pechuga de pollo asada. Unos taquitos de queso con bastante salsa que una ensalada de lechuga. Unos tamales de puerco, recalentados, que una carne asada con frijoles hervidos.

Ser latino incluye los antojitos y, tristemente, la vida sedentaria de estos tiempos hace que estos se comparen con la comida chatarra que está matando a los gringos. La ventaja es que no es necesario ser extremista. Solo es cuestión de irle bajando. A diferencia de la comida chatarra, nuestros antojitos son relativamente manejables, si haces un poco de ejercicio o le pones una restricción.

No es necesario que olvidemos lo rico; simplemente hay que cambiar un poco nuestra actitud hacia la salud y la comida. A fin de cuentas, tener diabetes no es la muerte, si sabes como cuidarte. Administrar bien tus numeritos te puede llevar a una mejor calidad de vida y ésta, para mí, es poder echarme unos taquitos aunque tenga que andar 5 kilómetros en bicicleta o unas tortas de pierna cada par de semanas. Podría ser peor, ¿no?

Como siempre, antes de hacer cualquier cosa, consulta a tu médico.

lunes, 27 de abril de 2009

La Comida Mas Importante

Y no es la grasa o el azúcar; de hecho, ni siquiera es comida. Es la falta de comida lo que te puede afectar y bastante, especialmente cuando tienes diabetes. La frase “El desayuno es la comida más importante del día” es tan cierta como cualquier otra cosa en la que tengas fe.

En estos tiempos todo parece ir en contra de eso. Levantarse muy temprano para llevar los niños a la escuela y que no lleguen tarde, si tienes hijos, o aprovechar el máximo tiempo de sueño y lidiar con el tráfico, si estás en la soltería, conspiran para que mejor solo tomes un café y te vayas directo a hacer lo que tengas que hacer. Total, ya habrá tiempo para comer algo. Lo malo es que tener problemas de diabetes no te salva de las obligaciones

Irónicamente, el ayuno no ayudará a controlar tu peso o diabetes, sino todo lo contrario. En cuanto llegue el hambre, lo hará en un momento inoportuno, como en el horario de trabajo o actividad que hagas durante la mañana. Como no hay mucha opción, comes lo primero que te encuentras y esto es, normalmente, comida chatarra. Sí, puedes engañarte todo lo que quieras con tus barras energéticas y demás comida “sana” que compras, pero si lees la información nutrimental, te darás cuenta de que es puro rollo barato.

Por otro lado, tu cuerpo se acostumbra a tu tacañería y hace lo que la naturaleza le enseño: te pega más hambre y almacena comida para los “tiempos malos”. Sin embargo, como los “tiempos malos” son todos los días, este almacenamiento se hace cada vez más “amplio”, llegando a los problemas que tal vez ya bien conozcas. La diabetes no cambia este arreglo natural.

Cuando la diabetes ya apareció o estás en la cuerda floja, este es uno de los primeros hábitos que tienes que cambiar. Es necesario que tomes tiempo en tu horario para que no te saltes esta parte. Es probable que batalles al principio, pero es solo cuestión de hacer unos pequeños arreglos.

Existen varias cosas que puedes preparar con anticipación y mantener tu diabetes en línea.

Desayunar no debe ser un problema. Por lo pronto, ajusta tu horario para tener esos minutos adicionales para comer algo. Un beneficio adicional es que tendrás mas energía durante el día, te concentrarás mucho mejor y no tendrás ese mal humor que siempre acompaña al estómago vacío.

Pruébalo y te sorprenderá la diferencia.

domingo, 12 de abril de 2009

El Refresco... Lo Más Dificil de Sustituir

Cuando tienes o estás a punto de caer en la diabetes tipo II, hay que bajarle a muchas cosas, pero creo que la más complicada de renunciar es el refresco. Aparte de que es por los refrescos que la gran mayoría nos vamos irremediablemente a esta condición, es uno de los vicios más difíciles de dejar.

Supongo que ya has visto la gran cantidad de cosas con lo que los puedes sustituir, pero la verdad es que no es lo mismo. Hace falta el saborcito y, tal vez, pensar que te hace daño y que por eso sabe tan bueno. Esto de la diabetes sí que es un problema cuando quieres tomarte algo rico.

Al paso de los años he probado mil sustitutos y he visto que hay uno que me da lo suficiente para no tener ganas de salir corriendo a la tienda a comprar refrescos y querer morirme con las botas puestas y el estómago lleno.

Así que te paso la receta para que te des un pequeño gusto cuando comas. El truco es tan simple que pasé años sin que se me ocurriera, pero bueno. También, cabe mencionar, se lo debo a una borrachera que tuve de más chavo, tomando una bebida llamada “Tom Collins”, que es limonada con agua mineral y ginebra.
  • La puedes endulzar con lo que sea. Eso incluye azúcar, si no te causa muchos problemas y estás cuidando bien tu ingesta o cualquier sustituto que sea adecuado para ti, dependiendo del tipo de diabetes y el cuidado que te hayan recomendado.
  • Lo puedes almacenar. Aunque esto aplica para muchas cosas, este en particular puedes guardarlo en botes de plástico con tapa (incluso de refrescos) y te duran con buen sabor hasta una semana.
  • ¡Tiene gas! Esta es posiblemente la mejor parte. El gas le da un sabor especial y el “toque” que le falta a las aguas de sabores. Además, el agua mineral te recupera varios minerales, así que es algo así como una bebida de deportista, solo que completamente natural y mucho más económica.
Para hacerlo solo necesitas:
  • 1 Jarra de 4 litros
  • 1 litro de agua
  • 1 colador (recomendado)
  • 1 botella de 2 litros de agua mineral
  • 8 a 10 limones
  • Dos cucharadas grandes (de las soperas) de azúcar o el equivalente en sustituto
  • Recipientes con tapa (botes de refresco vacíos)
El procedimiento es bastante simple.
  1. Exprime los limones en la jarra. Aquí siempre utilizo el colador para evitar que las briznas de los limones anden nadando en el refresco, pero es cuestión de cada quién.
  2. Disuelve el jugo de los limones y el azúcar en el litro de agua. Esto es para evitar revolver con el agua mineral, ya que con la batida se le va todo el gas al refresquito.
  3. Agrega el agua mineral. Una vez que esté integrada por completo dale un par de vueltas con la cuchara para que todo se revuelva bien.
  4. Sírvela con hielos o almacénala en un recipiente con tapa.
Ese refresquito lo puedes hacer apto para diabéticos dependiendo de con que lo endulces; fuera de eso, todo lo demás no te hace nada. También puedes bajarle la concentración de limones para que no sepa tan fuerte, pero es cuestión de gustos.

Experimenta y llega a tu punto ideal.

miércoles, 8 de abril de 2009

El Alimento Que Más Afecta Tu DM2

Y no es el azúcar. Aunque todo mundo considera que los dulces te van a matar, hay otra cosa que es todavía más dañina y que, de hecho, puede haber sido la causa de que estés en el grupo DM2 en primer lugar.

Me refiero por supuesto, a la grasa. ¿Porqué precisamente lo rico hace daño? Es muy viejo el “chiste” de que las calorías son la medida de que tan ricos son los alimentos. El pastel de chocolate tiene muchas, mientras que el apio (que más bien es madera verde…) no tiene ninguna. Durante muchos años me dio risa, pero ahora creo que la considero una broma cruel.

Pero bueno, que le vamos a hacer. Aunque supongo que ya lo sabes, tal vez no sepas porqué. Aunque hay muchas explicaciones raras, prefiero siempre lo más simple. Y es realmente simple: mientras más grasa corporal tienes, más insulina requieres. El pesar unos cuantos kilos arriba de tu peso ideal hace que tu necesidad de insulina sea muy superior a lo que normalmente manejarías.

Obviamente, es una espiral hacia abajo. Mientras más engordas, mas insulina requieres y tus órganos, por muy buenos que sean, terminan por cansarse. Y no creo que puedas culparlos; trabajar a todo lo que dan para mantener tu estilo de vida termina por cansar a cualquiera y, aunque no pueden renunciar, si pueden ponerse en huelga.

¿Pero como quitarte lo rico de una comida frita? Pues habrá que reducir lo que metes a tu cuerpo. Lo bueno es que hay mucha comida asada que sabe muy buena, especialmente cuando sabes como hacerla. Se que no es muy agradable el perderte algunas cosas, pero, si bajas tu peso a un nivel aceptable, puedes llegar a “portarte mal” de vez en cuando. A fin de cuentas, es algo así como ir acumulando “buen comportamiento” para poder participar, de vez en cuando, en algo realmente bueno.

Nuevamente y como siempre: antes de que se te ocurra atiborrarte de algo, consulta con tu médico. Yo no soy tú y mis libertades no son las mismas que las tuyas.

Después de hablar con el matasanos, utiliza la información para hacer una rutina. Así como salimos a comer los domingos o vamos al cine cada dos semanas, puedes darte un pequeño gusto de vez en cuando. Hacer ejercicio y vigilar tu ingesta es lo que te va a dar más oportunidad de comer mejor, al menos de vez en cuando.

Aunque podrías matarte varias horas diarias, la realidad es que no necesitas mucho para poder mantenerte en tu peso ideal. En muchos casos, unas cuantas caminatas a la semana pueden ayudarte a bajar cada mes. Si tienes algún otro medio de ejercicio como una caminadora o algún artefacto mágico de los que venden, adelante. A fin de cuentas, la báscula no miente.

Vivir con DM2 puede ser una flojera si te comparas con quien no la tiene, pero no deja de ser algo que puedes controlar con un poco de trabajo. Si de todos modos tienes que trabajar en lo que sea que hagas para vivir, no está de más dedicar un poco más de tiempo para trabajar en tu cuerpo, que es lo que siempre vas a cargar, te guste o no.

Existen condiciones que ya no tiene remedio y tendrás que olvidarte por completo de algunas comidas, pero hay otras que, con el debido consejo, puedes consumir sin problemas. Todo es cuestión de informarte acerca de ti y tener esta información actualizada.