martes, 31 de marzo de 2009

La Eterna Vigilancia De La Diabetes

Vivir con diabetes, especialmente la DM2, que llega como una noticia nada agradable, implica cambiar tu vida. Lo peor de todo es que es una condición que todos podemos adquirir por lo mismo: la alimentación.

Curiosamente, vivir con diabetes implica algo así como bajar de peso. Una de las cosas que más buscamos los humanos es vernos bien, especialmente si vemos televisión y no hay muchos comerciales con gente obesa como modelos.

Cambiar tus hábitos alimenticios no tiene que ser tan traumático. De hecho, con diabetes tipo 2 puedes comer de todo, siempre y cuando sigas un balance. Si llevas una dieta balanceada estarás bien.

Como de costumbre, tienes que consultar con tu médico. Recuerda que no hay razón de jugarle al maestro; si tienes esta condición, lo mejor es tener toda la información y llevar una buena vida.

Después de la advertencia, ahora hay que ver como pueden ser las cosas.

En primera, no es necesario llevar una vida de ensaladas y verduras hervidas. Si cuidas lo que comes, puedes incluir muchas de las cosas que todo mundo grita que no puedes ni ver. Como dice la canción, “ni poco ni demasiado, todo es cuestión de medida”.

El único problema con la DM2 es que vas a tener que abrazar la profesión de contaduría. Como cualquier contador, vas a tener que llevar un control mucho más estricto de lo que comes, especialmente de los numeritos que todos cuidan como los gramos de grasa, los carbohidratos, el sodio, las proteínas y la glucosa.

Y conste que no escribí “principalmente la glucosa”. Aunque la diabetes te impide procesar la glucosa y esto puede causarte grandes complicaciones, las demás variables también son importantes, no solo traer la sangre azucarada. No voy a decir que más, pero tienen un gran peso.

Para mejorar tu calidad de vida, lo primero que debes tener es una hoja con lo que puedes comer (que es casi todo) y las cantidades que tienes que manejar. Este es, a mi modo de ver, el punto más importante para que estés bien.

Así que tómate el tiempo de consultar con tu médico los alimentos y cantidades para documentarlos. Una vez con esta hojita, podrás hacer prácticamente lo que quieras; claro, dentro de los límites. Esta hoja hay que actualizarla seguido para no caer en mucha confianza; recuerda que la diabetes tiene cambios y hay que estar a la par.

La buena noticia es que no es tan difícil acostumbrarte. Claro que pasar de golpe a comida que sabe a cartón esta de locos, pero bien puedes llevar una vida mejor, si te enteras de que puedes llevarte a la boca. Hay mil combinaciones que ni te esperas y que son perfectamente seguras. Nuevamente, hay que consultar al médico.

Aunque la medicina moderna ha hecho que esto sea más llevadero, no deja de ser una condición que hay que vigilar. El precio de vivir con diabetes 2 es la eterna vigilancia. Pero bueno, podría ser peor, ¿no?

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