lunes, 30 de marzo de 2009

Tu Amigo El Glucómetro

Uno de los avances más significativos que hubo en el caso de la diabetes fue la invención del glucómetro. Para quienes vivimos nuestra infancia en un ambiente donde solo había análisis de orina y de sangre que tardaban días, el glucómetro dio un salto enorme en lo que se refiere a prevención.

Hoy en día es muy fácil conseguirlos y los hay en un gran rango de precios, para poder tener un aparato a la medida de tus posibilidades. Lo mejor es comprar el mejor que puedas pagar. Tampoco es cuestión de venderte para comprar el más avanzado, pero sí es una inversión que te va a ayudar para mejorar tu calidad de vida.

¡ADVERTENCIA! Y muy importante: No hagas pruebas o le juegues al experto; consulta siempre (SIEMPRE) a tu médico para que te de un consejo profesional acerca de cómo usarlo y que números buscar.

A pesar de que el glucómetro te va a dar información bastante precisa del nivel que tienes de glucosa en la sangre, este número no significa lo mismo para mí que para ti. Las condiciones de tu diagnóstico hacen que un numerito más arriba o abajo te pongan al margen de una lesión o complicación grave, mientras que para otros es un día de ayuno.

También hay que aprender a usarlo. Mucha gente cree que es como una bola mágica que les va a decir exactamente en que momento hay que bajarle a algo, pero la realidad es que solo te da un valor. Como interpretar ese valor es lo que te va a dar la posibilidad de utilizarlo a tu máxima conveniencia.

Si vas a comprar un glucómetro, consulta con tu médico (sí, otra vez) acerca de cómo usarlo. Aunque es probable que te recomiende uno (que tal vez el venda), existen muchas marcas y todas tienen un grado de confianza bastante elevado. A diferencia de las televisiones o los reproductores de MP3, los glucómetros deben estar certificados y pasar por muchas pruebas para poder ponerse a la venta.

Va a ser necesario que tengas una tablita para ver cuales son TUS números, que no son los mismos que los míos. Tener bien claros esos valores te va a dar la ventaja para poder utilizar tu glucómetro y llevar una vida más tranquila.

Si ya lo tienes o vas a comprarlo, debes aprender bien como utilizarlo. En una ocasión, un familiar se hizo una prueba de un laboratorio que promocionaba un glucómetro. Salio con un nivel muy elevado, tanto, que fuimos inmediatamente al doctor para ver que estaba pasando. Resultó que acababa de comer unos bocadillos y, aunque los tenía permitidos, la lectura salía elevada para la hora en que se hizo.

Usar un glucómetro es como aprender a manejar un automóvil. Te puede llevar a muchos lugares, pero hay que saber manejarlo, entender todas las lucecitas que se prenden e interpretar los números. También necesitan algo de mantenimiento (según la marca) y más vale que lo tengas siempre al punto.

Aquí estás jugando con tu salud. La diabetes puede controlarse, pero no deja de ser una condición médica que requiere de cuidado. El glucómetro es sexy, pero tu disciplina y la manera en como lleves tu vida es quien va a dictar como te va a servir.

De otra manera, no deja de ser un juguetito que solo te va a quitar dinero y que no te llevará a ningún lado. Úsalo de acuerdo a sus instrucciones y valida todos tus resultados con los que te dio el médico. De nada sirve tener un reloj si siempre vas a llegar tarde. Prepárate a ajustar los cambios que te digan en cada revisión. Tu condición va a estar moviéndose con el tiempo y los cuidados que tengas, así que tienes que adaptar eso a tu tablita de números para interpretar el glucómetro. Como en cualquier otro padecimiento, hay que tener disciplina.

Tener un glucómetro te dará tranquilidad a ti y a tu familia. A fin de cuentas, lo que quieres es pasártela bien, no estar batallando más.

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